Por Sergio Araya M. Observatorio de Transformación Digital
El avance de la inteligencia artificial es imparable. Lo vemos todos los días: asistentes virtuales, respuestas automáticas, herramientas que resuelven problemas complejos en segundos… y sí, también en las manos de nuestros niños y niñas. Pero, ¿qué ocurre cuando esta tecnología deja de ser solo una herramienta y se transforma en el principal referente emocional, educativo o social de una generación en desarrollo?
Según el reciente informe “Me, Myself and AI” publicado por Internet Matters, el 58% de los menores afirma que usar un chatbot de IA es mejor que buscarse a sí mismos( 58% of children who have used AI chatbots said they think using an AI chatbot is better than searching for something themselves)

Un 40% no tiene reparos en seguir sus consejos. En otras palabras, la IA está modelando identidades, decisiones y emociones en edades críticas, a veces incluso reemplazando el rol de referentes adultos o pares humanos.
Los niños y niñas están utilizando los chatbots de inteligencia artificial por diversas razones. Entre quienes los han usado, los principales motivos son:
- Recibir ayuda con tareas escolares (42%)
- Buscar información o aprender sobre algún tema (40%)
- Satisfacer su curiosidad (40%)
Pero también hay quienes recurren a estos sistemas para algo más profundo: para pedir consejo, pasar el tiempo o simplemente tener con quién hablar.
De hecho, casi una cuarta parte (23%) de los niños y niñas que han usado chatbots de IA dicen haberlo hecho para buscar orientación o consejo personal.

Frente a este escenario, la respuesta no puede ser el pánico ni la censura, sino algo mucho más desafiante: acompañar, guiar y educar en el uso ético y saludable de la tecnología.
No todos los niños y niñas usan la IA de la misma forma, sigue existiendo brecha digital
El informe también revela un dato preocupante: los niños y niñas en situación de vulnerabilidad tienen muchas más probabilidades que sus pares de utilizar chatbots para buscar compañía, escapar de la realidad o llenar vacíos afectivos.
El uso de chatbots de inteligencia artificial no es homogéneo entre todos los menores. Existen brechas y patrones diferenciados que debemos observar con atención:
- El 71 % de los niños y niñas en situación de vulnerabilidad ha utilizado chatbots de IA, frente al 62 % de sus pares no vulnerables.
- Además, son casi tres veces más propensos a usar chatbots de estilo “compañero” (como character.ai o Replika): 17 % vs. 6 %.
- ¡El uso de estas tecnologías aumenta con la edad: 53 % entre 9 y 11 años, y 67 % entre 15 y 17 años.

Estos datos confirman que la inteligencia artificial no solo está presente en la vida de niños y niñas, sino que se adapta y penetra en función de sus contextos sociales y emocionales.
¿Por qué están creciendo tan rápido?
Una de las razones clave de este crecimiento es la facilidad de acceso. Muchas herramientas de IA:
- Son gratuitas
- No requieren instalación compleja
- Están integradas en plataformas que los menores ya utilizan a diario
Educar para discernir
Nuestros niños y niñas deben saber qué es un chatbot, cómo funciona, qué límites tiene y, sobre todo, que no es un amigo ni un consejero infalible. La alfabetización digital crítica debe ser parte del currículum escolar y también del entorno familiar. Porque así como enseñamos a cruzar una calle, también debemos enseñar a navegar los algoritmos.
Proteger sin asfixiar
Claro que hay riesgos: sesgos, contenidos inapropiados, dependencias emocionales, exposición de datos. Pero proteger no es bloquear todo, es poner marcos claros, límites amorosos y espacios seguros donde conversar sobre lo que se encuentra en línea. Una crianza digital saludable necesita diálogo, no vigilancia ciega.
El rol del Estado
Como Observatorio de Transformación Digital, creemos que el Estado tiene un papel clave en generar políticas públicas que protejan la infancia digital sin frenar la innovación. Es urgente avanzar en una agenda regulatoria que combine seguridad, inclusión y derechos digitales, con foco especial en las niñas y adolescentes, quienes muchas veces enfrentan una doble brecha: de género y de acceso.
Conclusión: no deleguemos, acompañemos
La transformación digital no es neutral. Si no ponemos a las personas en el centro –especialmente a los más jóvenes– corremos el riesgo de construir una sociedad hipertecnológica, pero profundamente desconectada.
No se trata de temerle a la IA, sino de entenderla, de formar a ciudadanos críticos, empáticos y capaces de convivir con estas herramientas sin perder su humanidad.
Como sociedad, debemos hacernos una sola pregunta:
¿Vamos a delegar la educación emocional y ética de nuestros hijos e hijas a una inteligencia artificial… o vamos a acompañarlos en este camino con responsabilidad, amor y presencia real?
¿Quieres sumar a esta conversación? Escríbenos y construyamos juntos una transformación digital verdaderamente humana.
Referencia bibliográfica :
Internet Matters. (2025). Me, Myself and AI: Understanding and safeguarding children’s use of AI chatbots. https://www.internetmatters.org/hub/research/me-myself-and-ai-report/
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